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Una velada con una cata de vinos puede convertir un día cualquiera en una reunión entretenida y especial. Bastará con que te informes un poco sobre las denominaciones de origen, el tipo de uva y las diferencias entre los vinos para poder prepararla. Con un poco de planificación y los siguientes consejos el éxito y la diversión están asegurados.

Elige una temática

 

El primer paso es elegir un tema. Una opción que nunca falla es centrarnos en vinos de España, es muy amplio y tendrás dónde elegir.

España es, de todo el mundo, el país que cuenta con la mayor extensión de viñas cultivadas. Tenemos muchísimas variedades de uva nativa, pero las más conocidas y utilizadas en el vino reducen la lista a unos 20 tipos.

Será una elección muy amplia y libre, solo tienes que decantarte por cinco o seis comunidades autónomas y ¡voilà! podrás elegir los vinos de tu cata. Escoge diferentes tipos de uva, así disfrutaréis de una cata más rica en sabores. Un aspecto muy importante para tener en cuenta a la hora de realizar la elección es el precio o presupuesto disponible para el evento. Es aconsejable ajustar el precio por botella para que todos los vinos estén más a menos a la misma altura.

Todo bajo control

 

Una vez hayas escogido el tema tienes que pensar a cuántos amigos vas invitar. Las catas normalmente se hacen entre 6 y 12 personas. Dependerá del espacio que tengas disponible. Lo ideal sería que os juntéis unos ocho amigos, aunque de una botella de vino pueden catar hasta 10 personas, y también se pueden adaptar a grupos más reducidos.

En cuanto a las botellas para la cata, cinco variedades serán más que suficientes. Pero antes de ir a la compra, deberás pensar si quieres hacer una cena después de probar los vinos, valora si necesitas coger otro tipo de vino para maridar con la cena. Una buena alternativa es, sin duda, una cena de picoteo. Prepara tapas que vayan bien con los vinos de la cata, de ese modo podréis aprovechar los restos para un buen maridaje.

Las copas forman parte del kit del catador. En las catas profesionales se pone una copa para cada uno de los vinos, no obstante, si no tienes tantas copas también puedes reutilizarlas. Simplemente cuando vayáis a cambiar de vino tendréis que enjuagar la copa con agua y servir el siguiente en la misma.

Eso sí, intenta que sean copas de vino para que podáis hacer todo el proceso de la cata como verdaderos profesionales.

A la hora de facilitar información sobre el vino te vendrá muy bien haber preparado previamente una ficha con datos como el nombre de la bodega y su situación geográfica, el tipo de uva con el que está elaborado el vino o la altura a la que se encuentran los viñedos de la finca.

También puedes preguntar a tus invitados qué saben o recuerdan sobre cada tipo de vino. Seguro que da pie a conversaciones muy interesantes.

Detalles que marcan la diferencia

 

En la mesa, lo más importante es que el mantel tenga un tono blanco uniforme para que podáis distinguir bien el color del vino cuando lo observéis en la primera fase de la cata. Si no tienes un mantel blanco puedes poner servilletas individuales.

Cada uno de tus invitados necesitará un papel y un boli para poder puntuar o apuntar lo que le parecen los vinos. Además, puedes convertir la experiencia en un concurso, a ver quién adivina más rasgos del vino durante la cata. En ese caso cubre las etiquetas de los vinos y numerarlas para acordarte de cuál es cuál.

Es mejor que reserves la comida para el final de la cata, así afinaréis más con los sabores y los olores. Puedes ofrecer unos picos o galletitas saladas para comer entre copa y copa. Este tipo de aperitivo son una buena opción para limpiar el sabor de la boca, es como un punto y a parte que os ayudará a cambiar de chip y de vino. Acuérdate de ofrecer también agua, para quien quiera refrescarse entre vinos.

Haz de guía en la reunión. Tendrás que empezar con los vinos más suaves y acabar con los más fuertes. Normalmente se comienza con los espumosos (si los hubiera), luego vendrían los blancos, después los rosados y por último los tintos.

¡Empieza la cata!

 

Ahora solo queda seguir los pasos de la cata y disfrutar. La primera fase es la visual, coged la copa, miradla con atención sobre un fondo blanco estándar y comentad el color. La cata consiste no solo en mirar, oler y probar el vino, sino en que habléis entre vosotros, compartáis y paséis un rato agradable.

A continuación removed la copa y oled el aroma. Aquí es el mejor momento para aportar la información sobre el vino, así los catadores sabrán mejor qué están probando, aunque si lo prefieres puedes ir dándoles pistas dosificadas durante el proceso para que adivinen al final.

En la última fase, por fin, entra en juego el sentido del gusto. Removed la copa probad el vino, no olvidéis intercambiar opiniones, seguro que a cada uno os produce una sensación distinta.

Al final, si hay confianza puedes proponer una partida de “El precio justo” con cada uno de los vinos, así cada uno de los invitados puede demostrar cuánto estaría dispuesto a pagar por ellos, es una forma más de valorarlos.

Despide la cata de vinos con una comida de tapeo que maridar con el vino que haya quedado, o con otro diferente. Juega con los sabores para sorprender a tus invitados, y ya que estáis entre copas, aprovecha para hacer un brindis por la amistad. ¿Podría haber un final mejor para una velada tan fantástica?

Fotos | Pixabay / weedezignDragonimagesFoxysforestmanufactureJoanna KosinskaGeorgeRudy